top of page

LOS LIBROS REFLEJAN Y CONSTRUYEN
LA REALIDAD

20201031_193725_edited.jpg

Las escritoras Marta Sanz y Cristina Morales en la conferencia.

Ana Belén Castaño, 1 de noviembre de 2020

—Reírte de ti mismo es una cosa muy sana —relata la escritora Marta Sanz al público.

Dos horas antes de la conferencia, un gran proyector reproduce un documental que trata de la vida y del oficio del periodista Hunter Thompson en una sala reducida, que a veces da sensación de claustrofobia. Antes de que comience, hay un padre con su hija y su hijo.

—Tu hermana va a coger apuntes —le comenta de manera irónica el padre a su hijo pequeño. El hombre tiene el pelo canoso y recogido en un moño samurái y lleva unos zapatos manchados. El niño pequeño, de unos ocho años, puede que sonría bajo su mascarilla. Tiene el pelo moreno y lleva puesta una camiseta gris, cuya parte de atrás pone future starts here. La hermana, mayor que él, se sienta a su lado derecho. Tiene el pelo largo y rizado, y lleva una camiseta de rayas. Una mujer entra en la sala acompañada de su novio. Ambos visten como si vinieran de hacer senderismo, vienen con chándal y mochilas.

Durante el documental, la niña no para de tambalearse de un lado a otro para lograr ver los subtítulos del vídeo, ya que este está en inglés subtitulado en español. El niño va dos veces casi seguidas al servicio. Entran a la sala dos estudiantes jóvenes y dos señoras de pelo blanco, pero bien cuidado. Una de ellas se refresca con un abanico y uno de los jóvenes no guarda el móvil en toda la proyección. Casi todos los asistentes van al menos una vez al servicio o al pasillo a tomar el fresco.

—Está muy bien hecho el documental, aunque muy largo. Tienes que ser fan de Hunter Thompson para no aburrirte —opina uno de los estudiantes al salir de la sala de la proyección.

Llega la hora de la charla. La amplia y blanca sala principal del Centro Cultural La Malagueta está abarrotada de personas sentadas en unas cómodas sillas rojas e interesadas en escuchar a las dos escritoras de la conferencia. Y eso que es la tarde de Halloween. Algunas están en las primeras filas, la mayoría periodistas y otras están más al fondo, pero con las mismas ganas de apuntar cosas y aprender de Marta Sanz y de Cristina Morales.

Se apagan las luces, excepto los focos que iluminan el escenario. El público presta atención en silencio. Comienza la sesión. Las dos escritoras se dedican a hablar de temas relacionados con la literatura.

—Creo que los libros reflejan la realidad y construyen la realidad —narra Marta Sanz a la derecha del escenario.

—El sabotaje empieza a mí misma —destaca Cristina Morales en el centro —. Es una confrontación con mis deseos a la hora de abordar la idea que tengo en mi mente.

Cuando la charla llega a su fin, hay personas que se van con prisas y otras que se quedan en grupos hablando sobre el documental, si es que lo han visto antes, y sobre la ponencia. Alberto es uno de los que está con su pequeño grupo dialogando.

—Las dos autoras son muy buenas criticando la realidad —confiesa Alberto Llamas, periodista y escritor malagueño —. Hace falta más personas así.

Las escritoras se quedan firmando en el escenario tras la conferencia y una pareja baja emocionada, con un libro en las manos, como si hubiese cumplido un sueño.

—¡Son unas buenas escritoras y tienen buenos libros! —cuenta Paco con mucha emoción.

—Sí, además hemos venido a que Cristina Morales nos firmara su libro Lectura fácil. Recomendamos leer este libro, la verdad —subraya y recomienda Alba, pareja de Paco.

Los espectadores y espectadoras salen por la puerta con una sensación de que no han perdido el tiempo. En lugar de estar en casa disfrazándose por Halloween, han estado escuchando y aprendiendo de unas exitosas escritoras.

©2023 por Sucesos de la Vía

bottom of page